ISO 9001 es una norma internacional que representa el consenso sobre buenas prácticas de gestión para asegurar que una organización pueda cumplir con lo que promete y lograr sus objetivos debido a una eficaz gestión de sus procesos.

Un sistema de gestión de la calidad certificado según la norma ISO 9001 define quién es responsable de qué actividades relevantes para la calidad y qué procedimientos deben seguirse. La norma requiere un circuito de monitoreo que necesita una constante reevaluación interna del sistema que promueva un proceso de mejora continua. Esto garantiza que cada uno de sus colaboradores viva día a día la orientación hacia la calidad.

Estas buenas prácticas han sido organizadas dentro de un conjunto de requisitos genéricos para un sistema de gestión de la calidad, independiente de cada organización. Entre estos requisitos se encuentra la evaluación de satisfacción del cliente.

Desde Mind & Process creemos que, más que un simple requisito normativo, evaluar la satisfacción de nuestros clientes es fundamental. Estas son herramientas con verdadero impacto y que suman valor.

Partiendo de esa base, hay que revisar, encontrar y diseñar la mejor manera de llegar a nuestro cliente. No siempre una encuesta larga y genérica es la solución para conocer sus perspectivas. ¿Qué otras alternativas tenemos para averiguar sus impresiones? La lista de posibilidades es extensa.

Muchas veces, una pequeña serie de preguntas al momento del servicio puede funcionar. En otras ocasiones, la satisfacción se logra medir mediante la ausencia de reclamos y devoluciones. También está latente la posibilidad de medir la recompra o el crecimiento del mercado.

Todas estas son una parte de la multiplicidad de herramientas que nos van a ayudar a evaluar esa satisfacción de nuestro cliente. Preguntar y obtener una respuesta explícita sobre su percepción nos sirve para poder actuar en consecuencia.